domingo, 5 de agosto de 2012

Cuando la amistad pone los pelos de punta


Imagen de Günter Wallraff como Levent (Alí )
durante  su investigación para  Ganz unten
Adelante, adelante” decían los responsables de las fábricas de diversa índole al recibir a los operarios españoles y griegos en los años sesenta. Baratos, a menudo ilegales y bastante sumisos. Huyendo de la pobreza o de un régimen político poco deseable se presentaban a las puertas de la gran mansión alemana. Y eran bien recibidos. Aunque con ciertas condiciones, claro. Lo que ocurre años más tarde con el equivalente turco nos lo cuenta muy bien Günter Wallraff en su célebre Ganz unten (Cabeza de turco para los amigos hispanoparlantes).



Pero tampoco hay que irse tan lejos, ni visitar a la autodenominada vaca germana. Podemos quedarnos por aquí y mirar en el espejo. En la oficina del SEPE de Legazpi reciben a todos unas calurosas pintadas y carteles que invitan a repatriar a todo inmigrante. El trabajo en España para los españoles. Nos están robando nuestros puestos de trabajo. Se quedan con nuestras prestaciones que pagamos con nuestros impuestos. Debe de ser que ellos no pagan impuestos o algo así… ¿Y qué decir de los célebres camiones de fruta volcados en la frontera? ¿En Francia a los camiones españoles? No, en realidad me refería a los camiones marroquíes cuya mercancía hacían (y hacen) rodar por el suelo los defensores de lo patrio. Así de digno y sin necesidad de que salga en las noticias, oiga.

Ni Francia, esa cuna de la elegancia y del 'savoir faire' se libra. Eso sí, como un fino tul, como una sonrisa de condescendencia. Bella es la denominación de todo inmigrante con papeles porque en el país vecino son todos franceses. Apenas sin excepción. Aunque no todo puede ser igual porque la Revolución francesa la montaron y la ganaron los burgueses y esa clase social siempre ha sabido de lo que habla. De este modo en el hexágono de al lado conviven françaises de souchefrançaises d’origine, lo que vienen a ser franceses de toda la vida (souche significa tocón en un árbol y de algún modo raíz, matriz o abolengo) y franceses de origen. ¿De qué origen? Obviamente de un origen que no es de souche. Uno puede ser français d’origine espagnole, français d’origine italienne o français d’origine hongroise, como el expresidente Sarkozy tan obsesionado con la identidad nacional. En definitiva, sin ser diferentes que quede claro que tampoco somos iguales, querido.


¿Pero no estábamos en la Unión Europea de Schengen?, ¿no vivíamos acaso en un territorio sin fronteras y con libre movilidad donde todos somos iguales? Pues se ve que no. Al menos desde que la bolsa es la bolsa y la prima de riesgo sube y sube. Al menos desde que para calcular qué tal andamos de salud financiera hay que mirarse en el vecino alemán.

Algunos quieren que seamos muy amigos. Con un crecimiento de la mano de obra cualificada pero barata de origen mediterráneo en las frías tierras bárbaras se congratula la directora de una fábrica de pegamento: “¡Bingo!¿Esto es Europa, sí o no?”. Debe de serlo pero desde el Ministerio de Trabajo nos mandan un aviso a navegantes: “La cultura de la hospitalidad no debe ser una invitación a inmigrar a nuestro sistema social”. Quizá sólo haya que emigrar para partirse el lomo, que si en tu pueblo no tenéis una sociedad avanzada por algo será y a lo mejor es porque debe de ser así… ¿no? O quizá he vuelto a malinterpretar a alguien.


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Recomiendo la lectura del artículo de Olivier Cyran El temor del jubilado alemán ante Grecia aparecido en Le monde diplomatique en español de este mes (agosto 2012).

Para quienes naveguen con comodidad en el alemán puede ser de interés el blog de contrainformación de Michalis Pantelouris, hijo del agregado de prensa de la Embajada de Grecia en Berlín.

Explicación wikipédica en francés de lo que implica la denominación "français de souche".

2 comentarios:

  1. ¿Hacia dónde vamos? Hacia el desastre si no somos capaces dar la mano al de nuestro lado, ya sea blanco, negro, amarillo, marrón, rojo, verde, azul, morado o, sencillamente, inmigrante.

    Los hay que solo miran a su propio ombligo.

    Por cierto, los links de "¡Bingo!¿Esto es Europa, sí o no?" y "La cultura de la hospitalidad no debe ser una invitación a inmigrar a nuestro sistema social" redirigen los dos al de "El temor del jubilado alemán ante Grecia", no sé si está bien o está mal.

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    1. Los links están bien: son para indicar que se trata de elementos sacados de ese artículo (el recomendado al final) pero no se puede leer online aún, sólo la descripción.

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