miércoles, 20 de abril de 2011

Despegue


En un vuelo sin motor te lanzas hacia el vacío. Con los ojos cerrados, claro. Con los ojos cerrados es mucho más fácil.

Dejas de sentir, de pensar... de pensar no del todo. Lo que si es cierto es que reduces tus pensamientos a uno solo, el final de la caída. ¿Se siente un brutal impacto o para cuando llega el impacto ya no se siente nada?

Dejas todos los músculos fláccidos, sueltos, lo que la gente llamaría “como un muerto”. Mentira: los muertos padecen el 'rigor mortis'. Dejas tu cuerpo flojo como alguien que duerme a pierna suelta. Pero no duermes, eres perfectamente consciente de ti.

Abres los ojos. Sigues viendo las cosas a tu alrededor subir disparadas. Ahora hacia abajo. Debes estar cayendo de cabeza. No sientes que te estés moviendo pero todo sale escopetado hacia los pies desde tu cabeza, como en un lanzamiento de ti hacia el espacio por arte de magia. Pero en esta carrera interestelar la meta es la acera. Ya casi puedes contar los cuadraditos que la forman...

Estás a punto...

¿Estás preparado?

martes, 19 de abril de 2011

Un sólo disparo

De repente irrumpió con su brillante luz en aquella habitación tragada por la noche.
Ella se incorporó en la cama...

“Ya estás aquí otra vez... ¿porqué has venido...?, ¿por qué no me dejas en paz...?”

“He venido porque me has llamado...”

“Yo no te he llamado. Odio que vengas... cada vez que lo haces, lo paso mal durante un mes...”

Sus ojos de terror se mezclaban con una boca de puro odio...

“Sí que me has llamado: sólo vivo en tu cabeza... sólo estoy realmente vivo cuando tú me llamas...”

“Pues estoy harta... cansada... ¡No quiero que vuelvas!”

Cayó sentada en la cama mientras sus ojos se desbordaban...

“¡Pues mátame si no quieres que vuelva!, no soy yo quien tiene la culpa...”

“Ni siquiera en esto vas a ser responsable, ¿no...?, ni me quisiste, ni fui especial para ti, ni te importo...”

“¡¿Cómo quieres que lo sepa?! Sólo vivo en tu cabeza... hay otro igual que yo... pero no soy yo... yo tan sólo soy el recuerdo que tú tienes, no puedo saber qué piensa ni qué siente él... ¡pregúntaselo a él! ...Y si no quieres volver a verme, sé valiente y mátame”.

Nunca había habido armas de fuego en su casa pero cogió sin dudar la pistola que descansaba sobre la mesilla de noche. La pequeña Deringer casi parecía grande en sus diminutas manos. Apuntó firme, brillaron sus ojos y disparó. El halo luminoso empezó a oscurecerse.

“...no hay sangre...”, susurró asustada

“claro que no...”, contestó una voz muy débil.

Se miró las manos vacías y cerró los ojos, agotada, en la habitación completamente a oscuras.

Había acabado con el odioso fantasma de su recuerdo pero con él parecía haberse ido también algo de sí misma.

lunes, 18 de abril de 2011

toc -toc

Imagino yo que de muy mala educación sería asomarse a este mundo blogosférico sin presentarse y saludar. ¿Qué menos aunque no pueda sino preguntarme si realmente hay alguien ahí, al otro lado de mi pantalla?

Nací un lunes hace exactamente 23 años, a las 6 de la mañana, para no llegar tarde al mundo... crecí y me desarrollé sin grandes traumas que marcaran mi vida, ni me puedan convertir en escritora mártir de turbio pasado... Estudié Periodismo, y eso si que tiene algo de martirio, pero como dice el refranero castellano "sarna con gusto, no pica; y si pica, no mortifica", y la verdad es que a mi este picor sarnoso, más bien me agrada. Pues sí, tras cinco años de facultad y alegres penurias, sigo queriendo ejercer ese oficio y espero poder hacerlo con dignidad.
Aquí pretendo escribir algunas cosas que se me pasan por la mente, notas que no son tan sueltas, relatos cortos que probablemente son demasiado cortos para entrar en esa categoría y demasiado largos para ser considerados microrelatos... ¿quién sabe?, ¿quizá invente una nueva categoría?
En cualquier caso, aquí me exhibiré parcialmente y sólo parcialmente por pura pudibundez.

Aquí me tienes, Blogosfera, si es que hay alguien ahí fuera...