jueves, 27 de septiembre de 2012

Se disparan las pelotas de goma y se dispara la prima de riesgo


“Lo importante es que hablen de ti aunque sea bien”. Eso dicen que dijo Salvador Dalí y será cierto o no pero lo que sí es verdad es que el ruido mediático hace que las cosas tan pronto existan como dejen de existir. Aquello de que si se cae un árbol en medio del bosque pero nadie lo ha visto ni oído no sabemos si hizo ruido o no. Ni siquiera si se cayó o no. O lo tiraron… Pues eso no sólo pasa con árboles de metáfora sino que ocurre a diario en los periódicos. Es lo que Walter Lippman describió como la “metáfora de la linterna”, que viene a significar que de toda la realidad que sería una enorme habitación a oscuras, los medios iluminan con su linterna de palabras, imágenes y sonidos sólo una porción, la que les parece oportuno.

La Plaza de las Cortes -Neptuno- durante la noche del 25 de septiembre

Desde hace un par de días lo oportuno son los quinientos cuatro mil seiscientos cuarenta y cinco kilómetros cuadrados que ocupa nuestro país y más concretamente los algo más de veinte mil metros cuadrados que se aproximan a Las Cortes presididos por el dios romano de los mares, Neptuno. Tan bello paraje como es el cruce entre el Paseo del Prado con la calle de Felipe IV, donde se saludan los dos majestuosos hoteles: el Ritz y el Palace, ese preciso lugar se ha visto empañado por la violencia y manchado de sangre. No es que haya sido una carnicería a lo Viernes 13 pero sí que ha habido suficiente hemoglobina para salpicar las portadas e interiores de algunos de los periódicos más importantes del mundo occidental.

Un manifestante es arrastrado por la policía -Reuters-
Allende los mares Mariano Rajoy, el presidente de España, trata de defender la entrada del país al que representa en el Consejo de Seguridad de la ONU. Entre paseos por Nueva York intenta dar buena imagen para que mejore la “marca España”. La marca porque España es un producto, como la Coca-Cola pero con menos patrocinio detrás. Allí, tan lejos de Madrid no se escuchan las pelotas de goma que pasan silbando junto a los oídos del pobre Neptuno. Desde el otro lado del Atlántico la sangre de los golpeados en el 25-S parece menos real, como de una película de Hollywood, que pilla más cerca.

Sin embargo a la prensa sí que le parece bastante real o incluso demasiado… al menos a juzgar por sus reacciones. La sección Europa de la CNN fue liderada por esta noticia. Y sigue siendo información principal casi cuarenta y ocho horas después. Algo similar ocurre con el afamado New York Times. La noticia titulada “Protesters take to street in Madrid” lleva colgada desde la madrugada del día 26 en la web y en ese tiempo se ha convertido en la tercera más popular en los e-mails por delante del propio Obama pero eso sí, seguida bien de cerca (en cuarto lugar) por un polémico reportaje fotográfico que muestra España como un país de hambre y miseria, casi como un escenario de guerra. No contentos con ello también es la octava información más vista de la sección de internacional de este periódico en el cual se menciona de forma insistente los problemas internos con Cataluña y sus próximas elecciones a finales de noviembre.

Portada de la web de CNN el miércoles 26
También en lengua inglesa The Guardian pone de relieve el endurecimiento de la represión de las protestas desde que fue elegido un gobierno conservador, se señala el hecho de que los agentes no llevasen su identificación a la vista (la ley dice que el número debe de estar en el uniforme pero no necesariamente visible por lo que puede ser tapado con otros elementos del propio uniforme, como los chalecos protectores) o el que el gobierno ya hubiese hablado en contra de los manifestantes incluso antes de que se iniciase la marcha al tacharlos de agitadores. Cataluña sigue presente en este artículo. Dos días después de la manifestación del 25-S España sigue a la cabeza de la sección de noticias de la BBC. Desde este conglomerado la cobertura ha sido inmensa: tanto radio como televisión e información en la página web explican los hechos desde distintos puntos, dando matices sociales y económicos a las acciones. Eso sí, las imágenes que realmente han dado la vuelta al mundo son las de la agencia Reuters: el furgón policial rodeado de manifestantes o el joven Leandro rodeado y llevado por ocho antidisturbios.

La imagen de Leandro que ha dado la vuelta al mundo gracias a Reuters

Desde el país vecino del nordeste también se han dado la vuelta para ver qué pasaba por aquí. Y siguen mirando. Le Monde y Le Figaro explican motivos, aclaran hechos y muestran dosieres de imágenes que permitan entender de todos los modos posibles qué es lo que ocurre. No se han limitado a los enfrentamientos del martes 25 sino que dan pie a la manifestación ilegal pero pacífica que volvió a paralizar la Plaza de las Cortes el miércoles 26 a partir de las siete de la tarde.  France Info, una de las televisiones más importantes del país, también ha dado a conocer estas noticias. Y los vecinos del oeste tampoco se quedan atrás: desde las páginas digitales de los diarios portugueses no sólo hay sitio para su propia crisis sino que también hay un enorme hueco para lo que ocurre por el centro de Madrid.  Der Spiegel desde Alemania o El corriere della sera en Italia también observan lo que ocurre por aquí.

Vemos en rojo la subida que experimento la Prima de riesgo
el día 26. Gráfica extraída de datosmacro.com
No faltan ojos. Pero tampoco faltan palabras que califican la violencia policial, que el gobierno encuentra brillante y ejemplar, como cercana a los tiempos de Franco. Probablemente esa forma de actuar no sea el mejor slogan para la “marca España” puesto que esas imágenes que han dado la vuelta al mundo gracias a los medios nacionales (como el video en directo –streaming- desde el diario El País), los medios internacionales (ya mencionados y muchos que quedan en el teclado) y los arriesgados ciudadanos que quieren acercar aún más la cámara a los hechos, como la video-crónica de Juan Ramon Robles González, han tenido cierta repercusión en lo que se piensa de nuestra tierra. Un país en crisis, en muchos sentidos y también en el que parece preocupar más al gobierno, en crisis económica. Una angustia que se refleja en los vaivenes de los mercados y en las zozobrantes gráficas de la prima de riesgo. Esa pariente que sube y baja como en un carrusel de feria se disparó ayer después de las protestas del 25-S. The Guardian lo ve relativamente claro “As the interest rates that markets demand for lending Spain money jumped again on Wednesday, perhaps egged on by Tuesday's violence, a bailout looked ever more necessary”, la BBC no se queda corta “Stocks fell sharply on Wednesday, as markets were rattled by violent protests in Madrid” y Le Monde tampoco duda demasiado en poner el dedo en la llaga: “Mercredi, justement, la tension sur le marché de la dette espagnole est montée d'un cran. Les emprunts à dix ans du pays ont dépassé, en séance, le seuil des 6%. Les investisseurs, inquiets des troubles politiques avec la Catalogne, des risques sociaux qui accompagnent une politique d'austérité et une récession sans fin, ont vendu, en masse, des titres d'Etat. M. Rajoy n'a pas bougé”. Ahora sólo queda esperar a ver si vuelven a disparar pelotas de goma y porras a diestro y siniestro de forma descontrolada para que todos veamos subir junto a la tensión (nerviosa y social) la dichosa Prima de Riesgo.

Los manifestantes rodean los furgones de la policía -Reuters-


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La información en diversos medios.

    The Guardian:
    BBC News
    Reuters:
Rage in Spain - pictures slideshow
    CNN:
    The New York Times:
    Le Monde:
    AFP TV:
    Le Figaro:
    Libération:
    France tv info:
    Diário de Notícias:
    Publico:
    Der Spiegel:
    Corriere della será:




viernes, 14 de septiembre de 2012

Una del oeste


Yllana nos invita a dar una vuelta por el oeste más salvaje y divertido. Metan en una coctelera unos caballos, a un par de forajidos, la chica guapa, algunas armas, un clásico saloon, indios rumbosos, pelusas del desierto, buitres hambrientos y a un pobre granjero miope. Mezclen todos los elementos con mucho humor pero sin agitar en exceso. Debería de salir Far West. O algo parecido.



La historia es la clásica chico conoce chica, se enamoran, surgen problemas y hay que resolverlos. Así contado no invita a la carcajada pero es que ellos se expresan de otra manera: sin palabras. César Maroto y Susana ‘Gus’ Cortés explican muy bien que no se trata de algo ni más fácil ni más difícil sino diferente, otro lenguaje que necesita otros códigos y otros recursos. No les falta ni un poco de razón dado que la pantomima es todo un género dentro del teatro. Yllana va más allá y se centra siempre en el humor, sin palabras, claro, pero con múltiples referencias que van desde Chaplin a Buster Keaton.

Así es como nos encontramos sobre el escenario con dos malos malísimos que no dicen nada pero no paran de hablar a su manera. El diálogo no tiene cabida en esta obra pero eso no quiere decir ni mucho menos que se obvie la parte vocal; de hecho tanto el viejo truco de “hablar sin hablar” como las onomatopeyas reinan sobre las tablas. Cierto es que de vez en cuando se escapa alguna palabra inteligible para el espectador pero no se trata nunca de un error sino de otro elemento más que pensado. De hecho cuando sacan de paseo los espectáculos fuera de nuestras fronteras alguno de esos vocablos desperdigados se adapta al entorno. Claro que otras veces es sólo percepción del público. Nos cuentan que con uno de sus humorísticos indios de gira en Singapur la gente reía a mandíbula batiente al ver cómo invocaba espíritus al son de “yiiiih, eeaaah, saaaaahn”. Los actores, sorprendidos por el fenómeno que había producido el gag, preguntaron y en seguida les dijeron “es muy bonito que lo intentes decir en chino”. Lo que supuestamente decía el onomatopéyico piel roja era “un, dos, tres”, ¡qué descubrimiento!

La dulce Jenny le arrea un sartenazo al malvado forajido
-foto de Pepe H.-
Habrá quien proteste por los efectos sonoros y vocales y nos diga que eso no es pantomima pura y dura. Es verdad. Pero como bien dice César “no todo tiene que ser puro… la pureza es para los maestros y para los estudiosos, nosotros hacemos teatro para la gente”. Desde luego se vuelcan en el público y para ello cogen todo lo que saben de teatro gestual y de humor y lo sirven muy bien ligado y fresquito. Los actores de Far West no sólo interpretan a sus múltiples personajes sino que además son sus padres. La creación de la obra es lo que más le gusta a César del proyecto mientras que la preferencia de Gus es el desarrollo en escena. Sin embargo en este caso ha sido algo diferente para ella: “trabajar en este proyecto ha sido genial porque con el western tenemos unas referencias cinematográficas bestiales y han ido saliendo las escenas por sí solas”. Apenas dos meses ha precisado la incubación y aunque aún queda trabajo de pulimento, la representación está lista y pronto abandonará el Teatro Alfil de Madrid para ir en busca de otros destinos. Pronto en otras tierras se podrá disfrutar de las auténticas coreografías que suponen la coordinación de los efectos de luz, video y sonido. Un conjunto estupendo fruto del trabajo de ensayo de los actores y de Jorge Moreno ‘MIlky’. El encargado de toda la parafernalia técnica es un auténtico pianista que hace sonar cada acorde en su sitio. Por eso los de las tablas lo consideran un actor más.

Novedades y viejos conocidos

Los pajarracos de Yllana vuelven a la carga  -foto de Pepe H.- 
Cuatro son los actores que se colocan ante los ojos del visitante. Eso sí, los personajes son muchos más gracias a la magia del teatro. Algunos son primos lejanos de otros espectáculos de Yllana y conocidos del público. Si le cayeron bien los pajarracos de Splash y los polluelos de Zoo, no se preocupe, que aquí podrá trabar amistad con unos simpáticos buitres. Si los padres no tienen hijos preferidos, los actores de Far West tampoco tienen personaje adorado. Pero sí, escena. Al menos los dos entrevistados coinciden en que el momento inicial es el que más les gusta. Para Susana “describe por primera vez en Yllana a todos los personajes y se crea una relación entre ellos desde la primera escena”. A esto César añade otros motivos: “me parece que estamos investigando un humor nuevo, diferente dentro de la compañía, un humor más tranquilo, más narrativo y más sutil que lo que hemos hecho siempre y que es el resto del espectáculo… que es más bestia, más humor puro y duro”. Dos estilos que se dan la mano y se funden a la perfección.

Pese a los elementos nuevos Far West sigue siendo puro Yllana desternillante y dinámico. Una historia ligada pero que avanza a galope tendido y en la que por supuesto el público tiene su momento de protagonismo. Ese temido y adorado momento de salir al escenario. Ese momento en que los actores bajan a la caza del tímido espectador y se encuentran que, como el profesor cuando hace una pregunta en clase, todos bajan la cabeza y miran a otro lado a imagen y semejanza del avestruz. No sigan por ese camino porque no les servirá de nada. Una cabaretera será la encargada de reclutar y es de lo más drástica en sus métodos: “yo bajo a arrancar del asiento a la gente”. Así de claro. Claro que buscan a alguien que se deje y poca gente se niega a colaborar pero en cualquier caso no teman porque al escenario sólo se sube a jugar y a divertirse. Far West es un torbellino de disparos, relinchos, carreras, peleas, pero sobre todo un torrente de carcajadas.


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Intérpretes y creadores:
   César maroto
   Antonio de la Fuente
   Susana Cortés
   Rubén Hernández



domingo, 9 de septiembre de 2012

Doctor Bucketman: “La mejor forma de aprender es que el camino lo hagas tú”

Tras una gorra oscura y unas gafas nada discretas se esconde el Doctor Bucketman. Más de veinte años como batería avalan a este golpeador profesional de cubos y sartenes que se siente en una ferretería como en una auténtica tienda de instrumentos musicales.


Doctor Bucketman.
En su más tierna juventud pasó del amor al Break Dance a la pasión por Judas Priest y aquella música le llevó por una breve senda rockera. En ese instante de idilio con la guitarra eléctrica, se coló en su vida la batería. Podía elegir qué aprender y él, un hombre que se declara muy pragmático, se decantó por la percusión, menos popular que la guitarra en aquel momento. Le enganchó y no se ha vuelto a levantar de la batería desde ese día.


Allí estaba afianzado en su banqueta de grupo en grupo hasta que un día, no se sabe muy bien a qué hora, un cambio personal lo llevó a decidirse por introducir una importante variación. ¿Por qué no? Pero el camino tampoco era fácil y la criatura precisó más de nueve meses para nacer. Y es que elegir qué cubo o sartén suena como se quiere y encima resista bien los golpes, no es nada sencillo. “Quiero un rango de frecuencias, de texturas y sonidos para sustituir el bombo, la caja, el hi-hat… y poder crear ciertos efectos” explica con el deje de su peculiar voz. A partir de estos elementos, que encuentra a través del clásico modo científico basado en la experimentación de ensayo y error, inicia su misión nada imposible de componer melodías básicas. Algún lector estará aterrado pensando solidariamente en los vecinos del Doctor Bucketman. Que no cunda el pánico: casi todo este proceso lo vivió encerrado, como buen músico, en un local de ensayo. Allí tiene lugar la evolución creativa y siendo un hombre nacido con la era de las cajas de ritmos, basa su trabajo en patrones encadenados de modo muy hermético, en las antípodas del elástico Jazz, que también admira.


En el metro - por Miguel Hernández Lucas.
Así, después de unos diez meses de confinamiento salió a la luz de la creciente luna del once de septiembre de dos mil diez. Aquella Noche en Blanco de la ciudad de Madrid se lanzó a la calle aperos en ristre por primera vez. Un momento que califica de inolvidable e irrepetible. Y debe decirlo en serio porque lleva dos años paseando sus ritmos por los pasillos del metro y las calles de la ciudad. No sólo de ésta, pues también el resto de la geografía ibérica ha tenido ocasión de vibrar con su música que traspasa fronteras hasta colarse entre parisinos, romanos o lisboetas con lo que él llama el "European Sartenazo Tour".

Elige lugares que le aporten energía y se deja guiar por un sexto sentido que a veces le ha llevado a pasearse con todos sus cacharros y terminar por no tocar. Los otros cinco sentidos ya le han advertido de que es mejor evitar el “centro del centro” de las ciudades aunque a veces lo olvida. Por ejemplo en Roma no les hizo caso, se plantó junto al Coliseo y cierto es que le echaron de allí hasta tres veces. Por lo demás, no archiva en la memoria muchos problemas por actuar en la calle más allá de sí mismo: “si fuese un mimo no tendría problemas pero lo mío es algo ruidoso”. En ese sentido comprende que ocupar la vía pública no es cosa baladí pero al mismo tiempo ve cierta segregación hacia los percusionistas pues su trabajo en las calles de muchas ciudades está prohibida, decibelios a parte. El Doctor Bucketman lo ve como una auténtica “discriminación de género”.


“También me gusta escuchar boleros”

Doctor Bucketman.
Un músico tan peculiar tiene opinión propia también respecto al panorama sonoro de su país, en él encuentra “poca creatividad, atrevimiento, transgresión…” y añade con gesto casi preocupado “llevamos repitiendo las fórmulas de los Beatles y los RollingStones desde que nacieron”. Si en su juventud era un tipo aficionado al rock duro, ahora está en el mundo paralelo de la música electrónica y especialmente del IDM, las siglas de Intelligent Dance Music, género surgido hace unos veinte años. Defensor aguerrido de la frescura creativa tiene un puñado de artistas entre sus favoritos, como el batería Jojo Mayer. “Ahora mismo estoy en este universo pero también me gusta escuchar boleros”, asegura entre risas.


A base de patear aceras y golpearlas con sus baquetas, nos encontramos ante un hombre que se hace famoso poco a poco. No sólo es reclamado por marcas para eventos publicitarios o por medios para mostrarse en televisión, sino que ha pasado ya a ser objeto de un corto-documental a cargo de Carlos Carcas. Sin embargo no se considera en posición de enseñar a nadie y en cambio cree firmemente en el aprendizaje libre y en el peligro de las escuelas que fabrican obreros musicales idénticos los unos a los otros. Si alguien le preguntara cómo hacer lo mismo que hace él, le diría “cógete los cubos y cacharos que te gusten, colócalos como te apetezca y busca tu música… la mejor forma de aprender es que el camino lo hagas tú”.


Doctor Bucketman



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Canal Youtube del Doctor Bucketman

Recomendaciones del Doctor Bucketman:

viernes, 7 de septiembre de 2012

Unos veintidós...


Tendrá unos 22. Hace un momento se estaba retocando el maquillaje mirando su reflejo en un enorme alien negro. Es un anuncio de una nueva película de serie B que han puesto en la marquesina del autobús para horror de pasajeros y ancianitos fatigados.

Tiene un culo perfecto. Como una manzana. Redondo. Ni grande ni pequeño, bien marcado por esa faldita gris. Desde luego está hecho para ser mirado y tocado y eso es lo que yo estaba haciendo hace un momento. Mirarlo, claro. De tocarlo, nada.

Tengo la idónea apariencia de una señora más que respetable; lo que se diría un vejestorio remodelado, con traje caro y vistiendo una sonrisa falsa de inteligencia. Hace treinta años ese culo seguro que habría caído en mis manos, entonces yo era más perfecta que él. No sabía ni qué significaban “arruga” o “flaccidez”... ahora podría escribir un diccionario. Hace treinta años habría hecho dudar tanto de su sexualidad a esa chica que me habría jurado amor eterno.

Pero ahora tengo casi 60; en el mejor de los casos, si no me llama vieja verde de mierda y me escupe a la cara, sólo querría follarse mi cerebro y... disculpen la grosería, pero lo que me gusta es su culo, me importa una mierda su cabeza.

Estoy viendo al autobús girar la esquina y a decir verdad cuando llegue no sé si subirme o tirarme entre sus ruedas.