Que
Halloween se ha instalado en nuestra sociedad tan a gusto como la CocaCola o el
Big Mac es sabido de todos. Pero antes también existía el mundo y en nuestro
país ya había cultura y tradiciones. Una de ellas repite este año en el Campo
de Cebada con la puesta en escena del Don Juan Tenorio durante la Noche de
Difuntos.
Sergio Torres, el Don Juan del Acto I -Foto de Andrés Mier Varona- |
El
pasado año ya fue un éxito y éste, César Barló vuelve a dirigirlo. Durante dos
horas el texto de Zorrilla invadirá el solar que ha dejado el antiguo
Polideportivo de la Cebada, un escenario insólito por el que pasear al clásico.
Y no sólo a los actores: el público también tendrá que moverse pues la obra se
divide en siete escenarios diferentes por los que será necesario deambular. Según
entren tendrán que mezclarse con el carnaval que habita la nada improvisada
Hostería del Laurel para escuchar a Don Diego preguntar por ella muy de cerca. Desde
ahí habrá que moverse hasta la reja de la casa de Doña Ana de Pantoja, el
convento de Doña Inés y el balcón para que Don Juan recite aquello de “¿No es cierto, ángel de amor, / que en esta
apartada orilla / más pura la luna brilla / y se respira mejor?”. Y cuando
ya todos respiremos pasión pura y dura, no habrá más remedio que cambiar de
lugar de nuevo porque empieza la segunda parte y vamos de cabeza al quinto
acto. Momento duro en el cementerio, corriendo todos a cenar y ya se sabe, a
despedirse. Nada de esto ha sido dejado al azar: entre la hostería, que es pura
vida, y el cementerio hay una oposición incluso en la simetría en la que se
encuentran. Del mismo modo descendemos (físicamente el terreno está
perceptiblemente más bajo) a medida que Don Juan se hunde y se pierde camino de
su infierno y ascendemos cuando él lo hace. Hacia la vida el protagonista
camina en el sentido de las agujas del reloj y cuando va directo a la muerte,
en su contra.
Avellaneda (Álvaro Mayo) y Don Juan (Fernando Mercé en el Acto VI) se baten en duelo -Foto de Andrés Mier Varona- |
Nada es
caprichoso. Lo cierto es que esta representación constituye un auténtico
diálogo con el espacio por lo peculiar de éste. Pero la comunicación no ha
debido ser sólo con el medio sino entre todo el equipo: más de cien profesionales
participan activamente en el proyecto entre técnicos de sonido, de luz, tramoya,
vestuario, producción, escenografía… e intérpretes, aunque algún amateur se cuela por el coro. Encontramos
casi tantos actores (40) como equipo técnico-artístico (50). Más aún porque en
cada acto cambiaremos de Don Juan y de Doña Inés, del primero hay siete y de la
segunda, cuatro. Todos ellos acordes a la edad de los personajes que encarnan,
incluyendo la variación de cinco años del seductor desde el principio hasta el
final de la obra. Antonio Sansano Escudero, Sergio Torres
Rodriguez, José Gonçalo Pais, Rodrigo Alonso Miranda, Víctor Anciones y
Fernando Mercè.
Seis de los siete Donjuanes de la obra. De izda. a dcha. Antonio Sansano, Sergio Torres, José G. Pais, Rodrigo Alonso, Víctor Anciones y Fernando Mercé |
José G. Pais y Nora Gehrig como Don Juan y Doña Inés en el Acto III -Foto de Julio Martínez- |
El
canalla será algo menos canalla y la lánguida será bastante menos lánguida. Con
el texto en la mano Barló hace una lectura algo diferente de la historia que
asoma entre sus versos. Habla de los personajes con pasión y convencimiento. No
ve tanto al burlador como al joven (que hierve en hormonas) que ama realmente a
su prometida pero se siente atrapado en su imagen pública, la de un caradura que
hizo una apuesta que debe cumplir. La muchacha (cuyas hormonas no bullen menos)
tampoco es el cliché de dulce chica débil, desamparada y engañada sino una
mujer que sabe lo que quiere y lo que desea, es decir, a Don Juan. Tampoco la
historia es una purificación del diablo donjuanesco camino al cielo de la mano
de Doña Inés, sino más bien la narración del amor de dos personas. Se trata de una
vuelta de tuerca más a un texto que ha sido algo podado en beneficio del
público al relente, pero eso sí, no contiene morcilla alguna.
Spot de la edición de
este año. Don Juan Tenorio 2012
Este
año habrá tres oportunidades para disfrutarla, una el 31 de octubre y dos el 1
de noviembre. Quienes quieran conocer a los siete Donjuanes bajo la luna llena tendrán
que ir pronto visto lo que ocurrió el año pasado: en cada representación unas
trescientas personas quedaron fuera, en una enorme fila que daba la vuelta al
recinto. Así que los que deseen tomar algo en la Hostería del Laurel, tendrán
que ser raudos como centellas. Después sólo se podrá esperar a que pasen
trescientos sesenta y cuatro días y Don Juan nos vuelva a enamorar.
Cómo fue la edición del
año pasado. Don Juan Tenorio 2011
**********
Funciones:
31 de Octubre: 21:00
1 de Noviembre: 18:00
21:00
Lugar:
El Campo de Cebada
Entrada
libre hasta completar aforo
Facebook
del montaje: Don Juan Tenorio en La Cebada
Para
ver el montaje de 2011 en Youtube: Don Juan en La Cebada 2011
Qué
dijo sobre este Don Juan en 2011 El País.
Qué
dijo sobre este Don Juan en 2011 ABC.
Qué chulo! No me imaginaba que lo fueran a hacer así!!
ResponderEliminarPues sí, la idea no es del todo nueva (se ha hecho muchas más veces) pero desde luego el entorno en el que están y el presupuesto con el que cuentan hacen todo el proyecto mucho más valioso si cabe.
Eliminar