Tendrá unos 22. Hace un momento se estaba retocando el
maquillaje mirando su reflejo en un enorme alien negro. Es un anuncio de una
nueva película de serie B que han puesto en la marquesina del autobús para
horror de pasajeros y ancianitos fatigados.
Tiene un culo perfecto. Como una manzana. Redondo. Ni grande
ni pequeño, bien marcado por esa faldita gris. Desde luego está hecho para ser
mirado y tocado y eso es lo que yo estaba haciendo hace un momento. Mirarlo,
claro. De tocarlo, nada.
Tengo la idónea apariencia de una señora más que
respetable; lo que se diría un vejestorio remodelado, con traje caro y
vistiendo una sonrisa falsa de inteligencia. Hace treinta años ese culo seguro
que habría caído en mis manos, entonces yo era más perfecta que él. No sabía ni
qué significaban “arruga” o “flaccidez”... ahora podría escribir un
diccionario. Hace treinta años habría hecho dudar tanto de su sexualidad a esa
chica que me habría jurado amor eterno.
Pero ahora tengo casi 60; en el mejor de los casos, si no me
llama vieja verde de mierda y me escupe a la cara, sólo querría follarse mi
cerebro y... disculpen la grosería, pero lo que me gusta es su culo, me importa
una mierda su cabeza.
Estoy viendo al autobús girar la esquina y a decir verdad
cuando llegue no sé si subirme o tirarme entre sus ruedas.
No había visto que habías publicado esto! Aún me acuerdo de ese día!
ResponderEliminarAsí dicho parece que ha ocurrido de verdad... jajaja
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