martes, 4 de diciembre de 2012

Un beso salvaje


Como si estuviese en la selva. Así es como él acecha tras los maceteros de la entrada. Escondido entre una vegetación tan salvaje como permiten las regaderas espera a su presa. En su rostro no caben más arrugas y sin embargo los ojos despiden llamas, chispas de adolescente. La sonrisa se le revela como un niño preparando una gran travesura. Se relame aguardando mientras sus ojos ya arden.

Aparece ella. Radiante, camina ajena a ser la gacela de esta historia. Con paso firme y seguro se acerca a las enormes jardineras y entonces salta él a su encuentro. Con un torpe y muy premeditado brinco se pone ante ella para asustarla. No llega a tanto pero sí la sorprende. Y la hace reír una vez más. Con todos sus años y carcajadas de quinceañera. Y entonces la besa dejando por tierra a Doisneau, Alfred Eisenstaedt y al mismísimo Klimt. Porque su beso es de verdad. Porque se trata de un beso de años, complicidad y amor que rebosa pasión.


5 comentarios:

  1. Qué escena más bonita ha debido ser, y qué bien escribe mi chica :)

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    1. Ha sido preciosa... ¡estaba en el gimnasio y casi me caigo de la bici para seguir viendo!
      ¡Muchas gracias, chica guapa!
      Un abrazo.

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  2. Oooh, estas cosas te encantan! Pero ha debido ser muy mono, sí :)

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    1. En serio... ¡creo que es lo más bonito que he visto en mi vida! No había visto tanto amor, tanta pasión y tanta complicidad juntas jamás.
      Y ya quisieran muchos de 20 besar con las mismas ganas que ese hombre de casi 70...

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    2. Bueno, bueno, menos envidia, ya te daré yo muchos besos!! ;) <3

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