jueves, 24 de enero de 2013

El rostro de los desahucios gana el premio Luis Valtueña


Un policía municipal hace guardia frente al piso de Lamín momentos antes de su desahucio…’ así comienza la narración fotográfica que ha llevado a Olmo Calvo a ganar el Premio Luis Valtueña este año. Una serie de imágenes que, junto a las de los demás seleccionados podemos disfrutar hasta el martes en La Casa Encendida.


Un policía municipal hace guardia frente al piso de Lamín
momentos antes de su desahucio – Olmo Calvo -

Olmo Calvo nos cuenta en diez fotografías la crónica de un desahucio con distintos protagonistas. Personas que han padecido este drama que afecta a tantas familias españolas. Él comenzó a interesarse por esta situación a partir de junio de 2011, cuando el periódico Diagonal (del que es cofundador) entrevistó a Anuar, la primera persona que intentó paralizar la ejecución de su sentencia. Al ver que era un problema creciente, que se extendía como una enfermedad, decidió emprender una investigación de fondo y explicar este asunto en imágenes. Con una información tan cercana ha ganado el premio frente a realidades como la de Honduras o Siria. Y es que como él mismo afirma, “muchas veces se tiende a ver los problemas lejos cuando los tenemos alrededor de nosotros”.


Abedab, enfermo de desnutrición
y leishmaniasis – David Rengel -
Todas las instantáneas con las que nos topamos en el patio central de La Casa Encendida tienen nombres y apellidos. Sus protagonistas, lejos de ser anónimos, traen una explicación junto a ellos, nos explican qué les pasó y eso afecta a quien mira. A Olmo Calvo le parece importante “porque ayuda a empatizar más con las historias, hace que uno lo sienta más cercano, que se pueda poner en la piel de la gente”. Lo cierto es que enfrentamos con otros ojos la mirada triste de ese hombre desnutrido inmortalizado por David Rengel. Ahora sabemos que se llama Abedab y padece leishmaniasis. Rengel, Maysun, Eva Parey y Javier Arcenillas, al igual que Olmo, han desnudado situaciones crudas, que nos impresionan pese a estar cada día en la prensa. “No sé si es bueno o es malo pero es la realidad y hay que mostrarlo”, asegura Olmo cuando le pregunto si el ver tantas tragedias acaba por anestesiar. En cuanto a su propia narración apunta que se trata de un trabajo abierto con el que va a continuar porque aunque se esté hablando de los desahucios cada vez más, no deja de ser un drama que sigue golpeando día a día y “en cuanto se deje de hablar y caiga en el olvido, las personas que están expuestas van a ser mucho más vulnerables también”.


Una de las imágenes de la cruda violencia 
que se vive en Honduras – Javier Arcenilas -
‘Un soldado de las Fuerzas Armadas Sirias alumbra con una linterna el cadáver de un hombre desconocido’. No es una foto inocente, como ninguna de las que encontramos en la exposición. “Al contar una historia, uno siempre la cuenta desde un punto de vista concreto… y yo considero que el punto de vista correcto es del lado de las víctimas”, así es como Olmo se sitúa lejos de la neutralidad, que encuentra imposible. Reitera varias veces que es necesario documentarse, conocer el contexto, las distintas caras de un asunto pero al final es imposible no tener un punto de vista.


No significa tampoco que a través de esta información se pueda cambiar la realidad de un día para otro pero sí “son granitos de arena que uno va poniendo”. De eso tratan los Premios Luis Valtueña que desde hace dieciséis años entrega Médicos del Mundo en recuerdo de ése fotógrafo de la agencia Cover fallecido en Ruanda en 1997. En su memoria y en la de Flors Sirera, Manuel Madrazo y Mercedes Navarro, otros tres cooperantes de la ONG, cada año se premian instantáneas que denuncian la vulneración de los Derechos Humanos en algún rincón del mundo.


Olmo Calvo posa ante la sede del periódico Diagonal
La recompensa consiste en una beca de trabajo de seis mil euros destinada a realizar un proyecto en el ámbito de la organización. Pese a que de momento no tiene claro cuál será ese proyecto lo que sí sabe es que “hay miles de historias que están ahí, a la espera de que alguien las cuente”. Por lo pronto sólo podemos saber que la próxima parada para Olmo no se sitúa lejos de aquí, continuará con la temática local. “Por qué me voy a ir lejos, si aquí mismo tenemos un gran problema de Derechos Humanos en muchos aspectos…” se pregunta.



Antonio Tomás sujeta la llave de su casa horas antes de ser deshauciado
- Olmo Calvo -


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1 comentario:

  1. “Por qué me voy a ir lejos, si aquí mismo tenemos un gran problema de Derechos Humanos en muchos aspectos…”

    Qué gran verdad, y qué triste es.

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