“Joder, ¿pero cómo es posible que siendo tan iguales tú y yo no nos
hayamos encontrado antes…? No entiendo cómo es posible, ni por qué nos tenemos
que separar ya, tan pronto… ¡es injusto y absurdo!”. Hablaba con el enojo
teñido de una nostalgia prevista.
Ella sonrió con una
tristeza subliminal. Mientras la comisura de sus labios se elevaba, su corazón
rebotaba contra el suelo. “Pues es muy sencillo
–explicó- tú y yo hemos seguido caminos
iguales, idénticos como curvas paralelas. Y justamente ese tipo de líneas jamás
se cruzan. Que nos hayamos conocido casi es un error del destino y resulta perfectamente
normal que ahora debamos separarnos para seguir la lógica matemática de
nuestras vidas: estamos determinados a ser gemelos paralelos y equidistantes y
a no volver a cruzarnos. Sólo tenemos que asumirlo.”
Él también esbozó una
mueca con pretensiones de sonrisa y le declaró un odio eterno a la geometría.
Camino - fuente propia - |
Pues vaya con la geometría :(
ResponderEliminar¡Si es que las matemáticas no siempre nos son favorables...!
EliminarLas matemáticas son perfectas!! Aunque no siempre favorables, no!
Eliminar|Es precioso Elvira! Te felicito.
ResponderEliminar¡Gracias!
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