martes, 5 de marzo de 2013

Amor equidistante


Joder, ¿pero cómo es posible que siendo tan iguales tú y yo no nos hayamos encontrado antes…? No entiendo cómo es posible, ni por qué nos tenemos que separar ya, tan pronto… ¡es injusto y absurdo!”. Hablaba con el enojo teñido de una nostalgia prevista.

Ella sonrió con una tristeza subliminal. Mientras la comisura de sus labios se elevaba, su corazón rebotaba contra el suelo. “Pues es muy sencillo –explicó- tú y yo hemos seguido caminos iguales, idénticos como curvas paralelas. Y justamente ese tipo de líneas jamás se cruzan. Que nos hayamos conocido casi es un error del destino y resulta perfectamente normal que ahora debamos separarnos para seguir la lógica matemática de nuestras vidas: estamos determinados a ser gemelos paralelos y equidistantes y a no volver a cruzarnos. Sólo tenemos que asumirlo.

Él también esbozó una mueca con pretensiones de sonrisa y le declaró un odio eterno a la geometría.

Camino - fuente propia -

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